Jugar
a ordenar piezas hace que los niños se fijen el ellas, las observen, las
comparen para encajarlas según su forma color. Es una forma divertida de
trabajar la concentración.
Los puzzles ejercitan la memoria visual del niño, puesto que tienen que recordar
cómo era el dibujo que ahora tienen que recomponer. Junto a la concentración y
la memoria, el puzzle también ayuda al niño a trabajar la motricidad fina de
los dedos a través de la manipulación de las piezas y del agarre de pinza.
También está demostrado que los puzzles
potencian las habilidades espaciales y matemáticas, mejora la inteligencia viso
espacial o la habilidad de pensar y percibir el mundo en imágenes. Construir
un puzzle exige lógica y cierto desarrollo
psicomotriz.
Hoy
te traigo una idea muy sencilla para reciclar bloques de construcción.
Necesitas:
- Bloques de
construcción.
- Imágenes impresas o
recortadas de revistas, periódicos…etc.
- Papel celo.
- Tijeras.